En febrero del 2003, después de dos años de luchas se formó el Centro Macehualli. El Centro Macehualli al abrirse atrajo alrededor de 200 jornaleros buscando “Jale.” Entre ellos llego un musico al igual que una decena de músicos que rascaban la lira y cantaban canciones populares para divertirse mientras esperaban trabajo pacientemente debajo de una sombra de cuatro carpas puestas allí por la Ciudad de Phoenix. Allí se escuchaban canciones como “Sonora y sus ojos negros.” También tarareaban “Cuando lloro el general.” Y aunque el musico cantante del que hablo rasgaba todas esas canciones con el gusto que solo los jornaleros saben darle, al paso del tiempo empezó a introducir canciones que no se oían en el radio. Esas canciones llegaban hasta el corazón del Macehualli, porque no hablaban de luchas antiguas que se recordaban en la memoria colectiva de un pueblo jodido y azotado por el sistema capitalista que les chupaba hasta la última gota de sudor y en algunos casos hasta el último suspiro. Estas canciones clavaban una espinita en el corazón de todos aquellos que se aventaron por el desierto arriesgando sus vidas para venir a ganarse el pan para comer. Estas canciones no hablaban solo de la lucha de sus abuelos, sino las luchas propias en el estado más racista de estados unidos. El estado del Sheriff más racista del oeste llamado Joe Arpaio, el estado donde los minute men cazaban seres humanos en el desierto.
A este jornalero Macehualli yo lo conocí como “Antonio Laguna,” un nombre como tantos nombres y apodos que adopta el jornalero para pasar por abajo del radar cuando las redadas de la policía y la migra desciende como jauría, perros rabiosos. Ese Nombre resalto como nombre artístico cuando Antonio Laguna (Tony Lake) empezó a revelar sus composiciones en conciertos privados, exclusivamente para el Macehualli esperando trabajo.
Entre sus composiciones se oía entre tocar la haromonica amarrada a una guitarra desgastada por el uso, “sobre mi tierra Aztlán mi alma volara un cerco de alambre muy abajo esta, un cerco sus alas no podrá cortar.”
La profundidad de sus canciones captaba no solo la explotación sino la dignidad del pueblo jornalero, el Macehualli. Macehualli es una palabra Náhuatl que significa el trabajador que merece honor por su trabajo. Hoy en día, “Antonio Laguna” ha sido diagnosticado con cáncer del hígado del cuarto grado a sus 72 años y aun si su espíritu de Águila vuela alto y está dispuesto a dar el salto a la siguiente dimensión de la misma manera que salto el cerco de alambre fronterizo, necesita ayuda para comprar las medicinas que necesita para mitigar el dolor que viene con el cáncer.
Antonio Laguna quedara en la historia de la Lucha Macehualli como el trovador Macehualli que capto en sus canciones el sentimiento nato de todos los jornaleros y el sentimiento de un pueblo de castas nobles. No importa que vengan de Mexico, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, o Panamá venimos de pueblos aborígenes que anteceden los estados que hoy nos dividen. No fue hasta que fui a visitarlo al hospital donde fue ingresado de emergencia por tanto dolor que me enteré de que Antonio Laguna no existía para el hospital. Para el hospital su nombre es Efraín Fernández, su nombre de pila. Sin embargo, Antonio Laguna vive en el corazón del Macehualli. Le pregunte porque había escogido el nombre Laguna y me dijo que él quería un nombre natural, y laguna es un cuerpo de agua de donde beben y viven los hermanos de la fauna silvestre. Si los europeos pueden imponernos sus nombres sobre nuestros nombres originales porque no podemos nosotros auto nombrarnos con nuestro propio Nahual.
credits
released June 7, 2023
Antonio Laguna-Guitar, Vocals, Harmonica, Composition
Salvador Reza-Liner Notes
Produced by NDLON